-Antes de presentar el documento final al papa Francisco y al presidente Evo Morales, los movimientos populares, conformados por más de 1.500 delegados de 40 países del mundo, redactaron seis votos resolutivos, entre los cuales se destaca el apoyo a la causa marítima de Bolivia.
El primer punto del documento señala: “Se ha planteado que el Encuentro Mundial de Movimientos Populares apoye la demanda de Bolivia de un acceso soberano al océano Pacífico y su resolución a través del diálogo y la integración de los pueblos”.
La postura fue ratificada por los participantes, toda vez que se dio inicio a una serie de ovaciones que coreaban el grito que cada día se internacionaliza y ayer retumbó en el coliseo de Santa Rosita: ¡mar para Bolivia! Seguido por un contundente ¡Malvinas para Argentina!
También se planteó que el Encuentro Mundial de Movimientos Populares apoye la lucha del pueblo kurdo (pueblo indioeuropeo situado en la región montañosa de Krusdistán, en el suroeste de Asia), que hoy está en guerra contra el Isis (un ejército armado), que se ha convertido en el instrumento militar más útil al imperialismo norteamericano y al sionismo.
Luego está el apoyo a la demanda del pueblo argentino por la inmediata restitución de las Islas Malvinas a su soberanía; respaldo a la decisión soberana del pueblo griego por su referéndum, en el que ha rechazado las imposiciones de un programa neoliberal de ajuste, dando una lección al mundo.
Finalmente, se planteó el respaldo a los campesinos paraguayos que están siendo injustamente perseguidos, y se determinó que los movimientos populares rindan homenaje al sacerdote Luis Espinal Camps, genuino representante de la Teología de la Liberación, quien fue asesinado en marzo de 1980.
El encuentro finalizó con una serie de aplausos y gritos de jallalla Bolivia y jallalla a las organizaciones sociales del mundo.
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