Sunday, February 7, 2016

Historiador aclara imprecisiones en torno a causa boliviana

El historiador y miembro de la Academia de Historia Militar, Rodolfo Becerra de la Roca, sostuvo que hay asuntos de mayor importancia, como el tema marítimo que son manejados en el país con algunos datos imprecisos, erróneos y a veces falsos.

Mencionó que frecuentemente, historiadores, comentaristas e inclusive autoridades que se ocupan de la causa nacional, expresan con ligereza que la costa marítima en poder de Chile es de 400 km y que el territorio usurpado por esta nación vecina es de 150.000 kms 2, datos que a su juicio son incorrectos y repetidos, copiando esos datos sin estar evidenciados.

Becerra de la Roca dejó en claro que la extensión de la costa puede ser más de 400 kms o menos y la extensión igualmente puede variar en mayor o menor superficie, pudiendo variar las diferencias aunque sea en pocos kilómetros, sin embargo, cree que estos datos deben ser manejados con la mayor exactitud.

Asimismo, hace mención que lo mismo ocurre con las islas o islotes no transferidos en el Tratado de 1904, cuyos nombres, extensión y características se desconoce y que fueron mencionados por primera vez en “El Tratado de 1904, la Gran Estafa” (para edición, Los Amigos del Libro, 2002), en que se usa como fuente la información verbal recibida de Gastón Velasco.

El experto deja en claro que cuando Chile se apropió del departamento boliviano del Litoral ni los gobernantes bolivianos ni historiadores ni intelectuales de la época se ocuparon de determinar qué es lo que el país vecino usurpó a Bolivia, los edificios públicos, escuelas, colegios, oficinas administrativas y juzgados ni cuántos bolivianos quedaron bajo los vejámenes de la soldadesca trasandina.

“Simple y llanamente Chile ocupó militarmente Antofagasta el 14 de febrero de 1879, siguiendo Mejillones en los días siguientes, Caracoles el 16 de febrero, Cobija el 21, Tocopilla días después y Calama el 23 de marzo del mismo año, bajo la consigna de que administrarían, como ahora, los intereses de la Patria y usando el mismo personal administrativo, a lo que el subprecto de Tocopilla contestó: No teniendo más fuerza armada que cinco policías armados de sables, no puedo oponer resistencia algún contra 4 vapores, dos de ellos blindados, y me limito a protestar enérgicamente, arriando el pabellón boliviano”, puntualizó.

Becerra de la Roca dijo que peor aún, Bolivia no protestó sobre la ocupación del territorio entre los paralelos 23 y 24 de latitud sur que recién en nuestro libros se ha detallado con vivo énfasis, principalmente en “nulidad de una apropiación chilena, territorio entre los paralelos 23 y 24” (Plural 2006).

También el experto hizo mención que ese solo territorio aumentó con muchos kilómetros tanto la costa arrebatada como el territorio ocupado. Recordó que ejerciendo precariamente la función de consultor en Diremar, en los inicios de su vigencia, se inquietó a la Dirección para pedir al Instituto Geográfico militar la realización de estas mediciones, acotando que ahora se desconoce si se llevó a efecto y si se haría el pedido, pues a su juicio se trata de un grado geográfico y un extenso territorio desde las costas hasta las cumbres de los Andes, que los que manejan los intereses marítimos no deben ignorar.

“Hay más todavía , el suelo comprendido en el arco formado por el río Loa, donde encuentra parte de la ciudad de Calama, de heroica recordación, se la desconoce imperdonablemente y que con Chuquisaca, constituye, nada menos, el sueldo del país que cerceno territorio al país , desconociendo el tradicional límite que existía en Tarapacá peruano y Bolivia contra las claras estipulaciones del Tratado de Ancón firmado entre Perú y Chile, el 20 de octubre de 1883, lo que es inadmisible”, enfatizó.

Finalmente, sostuvo que es necesario hacer esas aclaraciones que fueron advertidas en los libros que se publicaron y que aún pueden ser tomadas en cuenta.

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