Sunday, October 25, 2015

Desahucian lobby chileno con el mapa de las pérdidas



Tres estudiosos de la cuestión marítima coincidieron en desahuciar la campaña anunciada por Chile en sentido de explicar las pérdidas territoriales bolivianas, de las cuales solo el 10% correspondería al país vecino. Es mucho cinismo, llama la atención un excanciller.

El viernes 23, en Santiago se anunció que una comisión de parlamentarios chilenos viajará a Europa con el fin de “contrarrestar” lo que Bolivia señala sobre su demanda marítima. Lo peculiar es que un recurso para respaldar sus argumentos será el mapa de pérdidas territoriales de Bolivia.

Al parecer, se trata de una línea argumental oficial del Estado chileno. En mayo de 2014, los expresidente Ricardo Lagos y Eduardo Frei ya habían adelantado la razón para recordar las pérdidas territoriales bolivianas.

“Solo el 10% de lo que ha perdido Bolivia está en poder de Chile. El otro 90% es parte de Brasil, Perú, Paraguay y Argentina. En consecuencia, colocar el enfoque exclusivamente en Chile no me parece”, indicó Lagos. “Lo que nunca dice Bolivia es que perdió 1 millón de kilómetros cuadrados, de los cuales 500.000 están en territorio de Brasil y otros 400.000 están en muchos países vecinos. Chile es el que menos tiene de eso”, destacó Frei en ese momento.

“La verdad es que ya raya en el cinismo el hecho de que Chile diga que le ha arrebatado a Bolivia solo el 10% de todas sus pérdidas territoriales; es como si quisieran decir que nosotros deberíamos estar agradecidos porque no nos hubieran arrebatado más”, expresó ayer el excanciller Javier Murillo.

Para el exministro, es incomprensible que Chile utilice este argumento del 10%: “tal vez dicen que si a Chile le siguen un proceso, deberían seguirle un proceso a todos los demás países que le han arrebatado territorios a Bolivia; eso deben estar diciendo”.

Según la exautoridad, es un razonamiento que irá en contra del mismo Chile, porque si bien Bolivia perdió una importante cantidad de territorio, solo en el caso de Chile se trata de una auténtica “mutilación” de soberanía. Los países ejercen soberanía en tres planos: espacio terrestre, espacio aéreo y espacio marítimo; “entonces, con Chile, Bolivia está privada de uno de los atributos de la soberanía, la marítima; así, por donde se vea, el daño ocasionado por Chile no es comparable al sufrido con las otras pérdidas”.

INÚTIL. Por su lado, la jurista experta en derecho internacional Karen Longaric apuntó a la inutilidad del argumento del mapa. “En realidad, no veo que dos males hagan un bien; si bien hemos perdido territorio con otros países, Chile nos ha quitado cualidad marítima, además de territorio; por eso, para cualquier boliviano es sumamente difícil asumir ser un país sin litoral cuando se nació con él”.

A propósito de la campaña que llevarán adelante los parlamentarios chilenos en Europa, Longaric demandó de ambos países no enfrascarse en una “guerra mediática”, pues, por un lado, los argumentos que hasta ahora se manejan no hacen al fondo jurídico en la CIJ y, por otro, lo peor, dicha guerra “nos va a distanciar mucho más de lo que ya estamos distanciados y, ante cualquier eventualidad de sentarse a una mesa de negociaciones, con este ánimo el camino es al fracaso”.

Aparte de poner en duda el conocido “mapa de las pérdidas territoriales de Bolivia”, pues afirmó que por lo menos con Perú y Argentina no se puede hablar en rigor de “pérdidas”, el diplomático e historiador Ramiro Prudencio señaló que hoy, en rigor, la demanda marítima no se refiere solo a territorio, sino específicamente a un acceso soberano al mar. “Le pedimos una salida propia y soberana al mar, desde Bolivia hasta la costa; para tener una libertad absoluta en el comercio; una salida propia y soberana como la que se negoció en la época de Charaña, un corredor al norte de Arica con plena soberanía para Bolivia”.

Para Prudencio, la campaña chilena con el mapa de las pérdidas es “verdaderamente un poco de ingenuidad; todo eso que están mostrando no tiene sentido; como ya no pueden agarrarse del Tratado de Paz de 1904, están buscando otros argumentos; pero éste es uno bastante ingenuo” .

Acción boliviana

Estudiar

Para los analistas, la “respuesta” boliviana a la campaña chilena, además de explicar lo que se deba, es estudiar y preparar los argumentos jurídicos para presentarlos a la Corte Internacional de Justicia.

Importa el argumento jurídico

Al margen de todos los argumentos que Chile ponga en juego en su labor diplomática o mediática, lo que al final valdrá ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) son las tesis que vaya a inscribir en su contramemoria, insiste el excanciller Javier Murillo.

O sea, se puede decir lo que sea para “contrarrestar” los argumentos bolivianos, pero lo importante está en que aquello se use como argumento y respaldo jurídico.

Al respecto, el historiador Ramiro Prudencio sugirió que incluso el argumento del mapa con las pérdidas territoriales sea tomado en cuenta, como documento, se lo estudie y se prepare las posibles respuestas. “Diremar tiene que estudiar, preparar documentos, porque seguramente estos documentos después Chile va a presentarlos en la Corte; y Bolivia ya debe estudiar cuáles son los temas necesarios para rebatirlos en la CIJ”.

En lo relativo al ambiente de confrontación que puede generar la campaña, la jurista Longaric afirmó que “la misma comunidad internacional, al percibir este ambiente de confrontación, al final de cuentas va a preferir no involucrarse en el tema, peor si esta confrontación sube de tono; los países amigos van a preferir no manifestarse”.

Internacionalista llama a la prudencia

Prudencia, cautela, es lo que sugirió a las autoridades bolivianas la jurista internacionalista Karen Longaric, acerca de cómo responder ante la serie de campañas mediáticas que lleve adelante Chile.

“Lo único que están haciendo las vocerías de ambos países es distanciarnos aún más, porque cada quien defiende su posición en el ámbito internacional”, indicó Longaric.

Este momento no es de la contienda mediática o diplomática, es el momento de la contienda jurídica, insistió, pues luego de lo jurídico deberá venir el escenario diplomático, de negociación política.

Longaric se declaró contraria a la “guerra mediática” que se desarrolla en torno al tema marítimo. “Ambos países han optado por esa campaña mediática, que no le hace nada bien al problema, a la solución final de este problema, porque ésta depende de ambos países; lo que hace esta guerra mediática es distanciarnos mucho más”.

Cuando el punto de la demanda marítima es que Chile tiene la obligación de negociar un acceso soberano al mar, de darse el caso, los dos países tendrán que sentarse a eso, negociar. Pero, advirtió la experta en derecho internacional , “lamentablemente, vamos a ingresar a una fase de la negociación con los ánimos totalmente exacerbados a raíz de toda esta guerra mediática que se está dando”.

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