Los expertos en historia, Beatriz Ofelia Michel y Milton Lérida advirtieron que Chile está agotando el agua del Silala y que el juicio planteado ante la Corte Internacional de Justicia sería parte de una estrategia para seguirse llevando ese recurso.
Beatriz Ofelia Michel disertó sobre las aguas del Silala en la conferencia organizada por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) en la Cámara Departamental de Minería, oportunidad en la que explicó que las aguas son un recurso fósil que yace en el subsuelo, sale al exterior por las obras realizadas hace más de 100 años y baja a Chile por canales artificiales.
"Las aguas de manantial son aguas fósiles que datan de la era cuaternaria (hace 10.000 años) cuando la última glaciación, donde habían depósitos inmensos de nieve y siendo una zona volcánida, la nieve se derritió y el agua se fue introduciendo en un 'bolsón', las aguas son consideradas como 'inmóviles' que no van ni tienen curso alguno", afirmó ayer la historiadora cochabambina.
La disertante advirtió que actualmente se secan las aguas del Silala ya que Chile tras canalizarlas se llevaba más de 250 litros de agua por segundo, pero actualmente ese volumen estaría en el orden de los 180 litros por segundo.
La profesional boliviana propuso que los potosinos constituyan un ente de coordinación institucional para tener presencia en todas las acciones que tienen que ver con la defensa del Silala, pues dijo que urge recuperar ese recurso que actualmente está mermado y no se sabe hasta cuándo va a durar.
SIN RECARGA
El historiador potosino Milton Lérida explicó que las aguas fósiles del Silala tienen que secarse en algún momento porque carecen de recarga y hace más de 100 años que los chilenos se apropian ilegalmente de estas, a través de canales construidos artificialmente.
"Informes de los años 60 señalan que 250 litros por segundo pasaban a Chile mientras que hoy, en la demanda planteada contra Bolivia, hablan de 160 litros, o sea que habría bajado 90 litros por segundo. Como sabemos que todo se acaba, el Silala está en ese camino de disminuir su volumen de agua", dijo Lérida, nacido en el sudoeste potosino.
También mencionó a que el agua del Silala practicamente no tiene recarga porque en esa región potosina apenas se registran alrededor de 2 a 5 mililitros por año; y ello no constituye un medio de recarga del acuífero que es aprovechado por los chilenos a través de los canales construidos hace más de 100 años para apropiarse de ese recurso, tal como lo afirman informes oficiales del Gobierno boliviano.
DEMANDA
Los expositores también se refirieron a la demanda planteada por Chile por las aguas del Silala en la que se pide al Tribunal de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) afirmar que es un río de curso sucesivo y que Chile tiene derecho al este recurso.
Se advirtió que debido a la demanda de Chile, Bolivia está con graves limitaciones para implementar acciones para el traslado de las aguas, pues entre las medidas precautorias se demanda garantizar que el agua siga fluyendo hacia su territorio.
Habitantes del departamento de Potosí se manifestaron en defensa de las aguas del Silala, que es una cuenca hidrográfica de 70 kilómetros cuadrados, que alrededor de 100 manantiales activos, de los que brota agua, según describe el escritor chileno Cástulo Martínez, autor de algunos libros como “Mar boliviano” y “Chile el Depredador”.
Castulo Martínez debió estar ayer en el seminario organizado por los dirigentes cívicos, pero no pudo llegar a la ciudad de Potosí, según informó el presidente de la organización cívica, Jhonny Llally.
El actual gobernador, Juan Carlos Cejas, encaró el mejoramiento del camino al Silala, está avanzando en la construcción de casas en la zona para el poblacimiento del Quetena y tiene previsto consolidar la construcción de un hotel con el fin de dinamizar la actividad turística que existe en la zona.
En el Silala existen más de 70 manantiales por donde brotan aguas subterráneas, las que tienen entre 4.000 y 14.000 años de edad y son de alta pureza y, por lo tanto, aptas para el consumo humano en su estado natural.
En los bofedales del Silala a partir del año 1880, la compañía de ferrocarriles de Chile excavó canales artificiales de drenaje, conectados a canales intermedios colectores que, a su vez, se unen a un canal principal que conduce el agua hasta el vecino país.
Los canales artificiales son profundos y drenan los bofedales; el revestimiento de mampostería induce un flujo artificial de agua hacia la frontera.
Demandan uso del agua
El senador de Demócratas, Edwin Rodríguez, propuso consolidar el bombeo de las aguas del Silala para que se recupere la Laguna Colorada y otras que son afectadas por el calentamiento global y la escasa alimentación de agua.
Rodríguez presentó un proyecto para el bombeo de las aguas estableciendo la forma de llevar el agua y recortando el paso de esta a territorio chileno de manera significativa.
El agua también se podría llevar a las poblaciones de Tupiza y Villazón para atender los requerimientos que tiene la población para acceder a este recurso para su consumo.
El concejal René Navarro postuló la utilización de las aguas del Silala a través de bombeo, el asesntamiento humano para sentar soberanía y la recomposición del sistema de bofedales que había en la zona antes que los chilenos canalicen las aguas y se lleven ese recurso natural.
El también expresidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) dijo que la demanda planteada por Chile por las aguas del Silala unicamente busca que el recurso hídrico que aún queda en los bofedales siga beneficiando al vecino país.
“Las aguas del Silala se están secando y eso debe preocupar a los bolivianos y potosinos”.
Beatriz Ofelia Michel - Historiadora
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