El vocero de la Demanda Marítima Carlos Mesa habla sobre sus gestiones ante la comunidad internacional
El expresidente Carlos Mesa Gisbert pasa pocos días en Bolivia. Como Vocero de la Demanda Marítima Boliviana recorre el mundo para contener la ofensiva chilena contra Bolivia y para dar a conocer la argumentación boliviana. Desde su oficina, ubicada en el barrio de Calacoto, el exmandatario explica las razones de un equipo optimista -dirigido por el presidente Evo Morales, por el exmandatario Eduardo Rodríguez, el canciller David Choquehuanca, él, como vocero, y otros especialistas- pues lo que se hace es explicar a la "opinión pública internacional" y preparar el documento para la Corte Internacional de Justicia.
Mesa recibió a la revista Oxígeno en su despacho, donde dio a conocer que la decisión de explicar la demanda judicial presentada ante la Corte Internacional de Justicia ha sido positiva y ha tenido resultados aún más positivos, porque la gran mayoría de las autoridades a las que visitó Mesa, creía que Bolivia buscaba violar el Tratado de 1904 y, además, alterar el sistema de frontera. Ahí se entiende la reacción del sistema político chileno.
"Esto se ha crispado de manera sin precedentes. Seguramente el momento más próximo a esto es el momento de la ruptura del 78 o quizás el tema del Lauca del año 62. No he visto una reacción de este tamaño que no es proporcional a la naturaleza legítima y pacífica de una demanda, porque Bolivia finalmente está utilizando un mecanismo esencialmente pacífico, absolutamente legítimo, que es el ideal cuando no has llegado a un acuerdo entre partes: la Corte Internacional de Justicia (CIJ)", afirmó.
Al evaluar la reacción de la comunidad internacional ante la demanda marítima, Mesa indicó que una primera constatación es que en la comunidad internacional presume que Bolivia puede estar poniendo en cuestión el tratado por el cual cedió el territorio a Chile. Un segundo aspecto es que se cree que Bolivia está pidiendo ante la Corte un pedazo específico de territorio, un lugar determinado, un corredor, un enclave, una isla, lo que sea.
Según el Vocero, Bolivia respeta ese tratado y el conjunto de los tratados internacionales como base de la estabilidad del derecho internacional.
Ante estos argumentos, en la comunidad internacional preguntan sobre el pedido de Bolivia.
Mesa puntualizó que los compromisos unilaterales de los Estados son la base jurídica de la demanda de Bolivia. “El sujeto de la demanda son los compromisos que por el largo de más de ocho décadas Chile hizo unilateralmente y de manera voluntaria con Bolivia”. Entonces, cambian el eje de su razonamiento que parte de la presunción histórica de que Chile es un país más institucionalizado, más coherente y con una política exterior más seria que Bolivia.
Otro elemento que no se debe desconocer es el peso del presidente Morales; es una figura internacional reconocida. Tiene un impacto y se relaciona con el simbolismo indígena, la inclusión, la movilidad social y al éxito económico. Es un plus que Bolivia tiene en cualquier escenario internacional en el que se encuentra, afirmó Mesa.
Escenarios posibles con el fallo de la CIJ
El escenario ideal sería que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) falle a favor de Bolivia y Chile, que ha predicado su respeto al derecho internacional y su modernidad, acepta lo que la Corte plantea, acepta negociar con Bolivia y llega a una solución con Bolivia.
Un segundo escenario posible es que la Corte falle a favor de Bolivia y Chile se niegue a aceptarlo.
Primero, el fallo es vinculante y la imagen internacional de Chile quedaría fuertemente deteriorada. Segundo, sin discusión alguna, dentro de un año o dentro de cinco, sí que hay un tema pendiente. ”Se acabó el discursito de no tenemos temas pendientes con Bolivia y dos ya no solo es un problema de superioridad moral, que es lo que Bolivia tiene hoy; pasamos a decir Chile tiene la obligación, aquí hay el mandato de una Corte Internacional de Justicia”, explicó el vocero de la Demanda Marítima Carlos Mesa.
El planteamiento de Bolivia tiene grandes posibilidades de éxito, tiene absoluta consistencia. Por lo tanto, aunque Chile no aceptara el fallo, ubicaría a Bolivia en una extraordinaria posición. “Mi impresión es que, más temprano que tarde, irreversiblemente, forzaría a una solución”, concluyó Mesa.
Pretenden bloquear el juicio antes del inicio
Carlos Mesa
Vocero de Bolivia
Suponer que la mejor solución para Bolivia es enfrentarnos al punto de hacer irrespirable el clima bilateral con Chile no es un camino adecuado. Entonces, el camino del diálogo debe ser un camino legítimo, necesario y buscado por ambos países, pero sin la necesidad de descalificar a la otra parte y la base de su argumentación jurídica.
Hay un error de lectura por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, que sigue insistiendo en mezclar el conjunto de la relación bilateral.
Mi impresión es que Chile no quiere repetir un proceso como el que ha vivido con el Perú. El fallo que ha dado la CIJ no ha sido un fallo que Chile haya visto con satisfacción porque finalmente Perú ha logrado una superficie muy importante de al menos 30 mil kilómetros de aguas territoriales que no estaban en el peor de los escenarios de Chile. En consecuencia, Chile va por la lógica de “tenemos que bloquear el juicio antes de que comience”, al todo o nada y esa lógica tiene sus riesgos, sin lugar a dudas.
En ese marco, obviamente que Bolivia no va a retirar la demanda.
Chile está planteando algo que no tiene ninguna consistencia jurídica que es pretender que la Corte Internacional de Justicia no tiene ninguna competencia, insistiendo en el Tratado de 1904, cuando está más que probado que la base de la demanda boliviana está al margen del Tratado de 1904.
La apuesta que Chile hace no tiene una fundamentación jurídica, pero ellos sabrán el camino que han escogido y decidirá la Corte Internacional de Justicia.
Esperemos eso ocurra el año que viene, en función de esta demanda.
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