La demanda marítima boliviana generó una reacción sin precedentes en Chile porque rompió el encapsulamiento que Santiago había creado para no multilateralizar el diferendo.
Así lo afirmó el representante internacional para la Causa Marítima, el expresidente Carlos Mesa, al efectuar una evaluación de la labor que realizó y de la agenda que cumplirá en los siguientes días, que contempla un viaje a Nueva York para reunirse con los embajadores en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Nunca antes una acción boliviana había generado una reacción de la naturaleza que se ha generado en Chile, que da cuenta de algo muy evidente: el secreto del paso histórico que Bolivia ha dado”, expresó Mesa en diálogo con periodistas.
Pero, ¿cuál ha sido el secreto? “Romper el encapsulamiento en el que nos tenía atrapado Chile, es decir, Chile nos obligó durante todo este tiempo a decir: ‘sabes éste es un problema entre tú y yo, y si tú lo sacas el escenario bilateral, nosotros no vamos a dar un solo paso adelante’”, respondió el exmandatario.
Esta acción se dio en abril de 2013, cuando Bolivia presentó la demanda marítima en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya.
Luego de que la CIJ aceptó la demanda, Chile desplegó toda su estrategia de respuesta basada en que Bolivia intenta romper la arquitectura jurídica internacional, lo que es una falsedad, pues el reclamo se centra en los compromisos unilaterales de los Estados, en este caso las promesas de Santiago para devolver a Bolivia su cualidad marítima.
“Hasta que eso no se resuelva no tocamos nada que tenga que ver con el Tratado de 1904”, insistió Mesa.
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