Tuesday, April 26, 2016

Bolivia: minería chilena usa cien por ciento de las aguas del Silala

El cien por ciento de las aguas del Silala que van de Bolivia a Chile (por canales artificiales) se usa en la actividad minera del vecino país. Esa es una de las conclusiones a las que llegó el gobierno Boliviano en el proceso de análisis del problema para presentar una demanda contra el vecino país. Así lo dio a conocer ayer el vicecanciller, Juan Carlos Alurralde, en una conferencia en la Asamblea Legislativa Departamental de Potosí.

“Algunos compañeros decían cómo les vamos a quitar el agua, por ahí los chilenos toman esa agua. Mentira, estas aguas se utilizan principalmente para operaciones mineras de gran escala”, afirmó Alurralde ante dirigentes de sectores sociales de Potosí.

“Esas son las minas de Chuquicamata, Inés de Collahuasi, La Escondida, son las minas de cobre más grandes del mundo que utilizan las aguas del Silala. Ni una gota de estas aguas va para beber”, remarcó el vicecanciller boliviano en la conferencia que es parte del proceso de socialización de esta problemática.

“Desde la época en que cambiaron el uso de energía (de las locomotoras) comenzaron a vender a las mineras, no puede quedar en la impunidad esa deuda, no puede quedar, la única manera que nos pague Chile es a través de una corte y esa deuda histórica puede ascender a unos miles de millones de dólares”, dijo el vicecanciller.

Explicó que ese es un dinero que pertenece al sudoeste de Potosí puede mejorar muchísimo sus condiciones de infraestructura, de inversión –dijo- que en la Ley 2704 del Desarrollo del Sudoeste del Departamento de Potosí, se dice que todos los beneficios económicos debían ser para la región y no iban a ir a Bolivia.

CORTE DE AGUAS

Con relación a la posibilidad de cortar el paso de las aguas que van a Chile por canales construidos por los chilenos, el vicecanciller explicó que se tendría que hacer grandes obras de construcción (debido a las condiciones del terreno) para contar con una presa y llevar el agua a la zona del Silala para recuperar el sistema de bofedales que fue afectado por la canalización de ese recurso.

De la misma forma, el vicecanciller Alurralde manifestó ayer que por el momento se requiere que se mantenga el sistema de captación de agua, los canales artificiales, las obras de captación de las aguas para que la Corte Internacional de Justicia verifique la forma cómo los chilenos se apropian de las aguas potosinas y defina una solución en base a esa realidad.

“Tenemos todo el derecho de hacerlo (cortar el paso de las aguas) y Bolivia debe y tiene que definir qué va a hacer con las aguas del Silala, pero por qué tenemos que ir al tribunal es porque al afectar la médula económica de Chile pueden haber consecuencias gravísimas. Puede Chile hacer cualquier cosa, hacer alguna barbaridad, por eso es importante que nos acompañen organismos internacionales para evitar que Chile cometa alguna barbaridad”, afirmó el vicecanciller boliviano.

“Este es un tema muy delicado, por eso Chile tiene tanta agresividad en este tema porque el impacto que puede causar que las aguas del Silala ya no vayan a Chile puede impactar fuertemente a la producción de cobre, al impactar su producción de cobre se impacta su economía y al impactarse su economía se vuelve un tema de seguridad nacional y ese es un tema muy delicado”, remarcó Alurralde durante su intervención.

El vicecanciller dijo también que Bolivia es de la cultura del diálogo, de la solidaridad, de la cultura de la integración por ello intentó resolver el tema de una manera diplomática, pero Chile siempre dio un portazo y no quiere resolver este asunto pendiente y al no contar con una respuesta positiva de Chile, Bolivia está trabajando las alternativas jurídicas para defender las aguas del Silala y para esta Corte Internacional de Justicia todos somos iguales, no hay países más pobres o ricos ante esa instancia de la justicia internacional.

Venden un recurso que no es suyo

1888
Las primeras obras de captación en el Silala son hechas por la Compañía de Ferrocarriles y Salitres de Antofagasta en 1888 sin ninguna autorización.
Fueron principalmente cámaras rústicas de captación de aguas y canales de mampostería seca para la conducción del agua a través de una red de canales colectores.

1940
El 24 de junio, Pablo Baudoin denuncia que FCAB estaría vendiendo ilegalmente en Antofagasta aguas de concesión otorgadas por la Prefectura de Potosí para ferrocarriles y los estaban usando para otros fines. El delito de fraude de FCAB asciende a 500 000 pesos chilenos.

1960
El gobierno Boliviano en comisión oficial, presidida por el ingeniero Augusto Valdivia, constata que las aguas bolivianas están siendo llevadas y utilizadas ilegalmente en Chile.

1997
El 13 de abril de ese año se publica el artículo del ingeniero Antonio Bazoberry en el que este investigador afirma que en el cantón Quetena no hay ningún río Silala.

Las aguas

Las aguas del Silala nacen de un sistema de manantiales o bofedales en el sudoeste del Departamento de Potosí.

De acuerdo con lo afirmado en el libro “Historia del Ferrocarril en Chile”, la escritora chilena María Piedad Allende devela que en 1884 sus compatriotas iniciaron las obras recolección y transporte del agua del Silala.

Los chilenos, incluso, habrían utilizado dinamita para fracturar las rocas de donde fluye el agua con la finalidad de mejorar el caudar que baja hasta un canal principal que se interna en su territorio.

“Tenemos el derecho de hacerlo (cortar el paso del agua) y se debe definir".

Juan Carlos Alurralde - Vicecanciller de Bolivia

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