La agente de Chile por el caso Silala y directora de Fronteras y Límites del Ministerio de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes, sostuvo que es muy difícil lograr una conversación con el Gobierno boliviano cuando los acusa de todo con el propósito de unir a su pueblo bajo un “enemigo común”.
“Hoy Bolivia nos acusa de todo, de violar el libre tránsito, los derechos humanos de los transportistas, de robarles el agua, de promover el contrabando en su país. Es muy complicado poder llegar a una conversación con un vecino tan vociferante”, aseguró Fuentes al diario Concepción de Chile.
La funcionaria, de visita en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción, analizó las perspectivas de las relaciones entre Chile y Bolivia en el marco de las dos demandas que sostienen ante La Haya.
En abril de 2013, Bolivia ingresó oficialmente una demanda en contra de Chile ante La Haya pidiendo al tribunal que lo obligue a negociar una salida soberana al océano Pacífico.
En junio de este año, Chile demandó a Bolivia por las aguas del Silala. Solicitó a la Corte ratificar que este sistema hídrico es un curso de agua internacional de uso compartido.
Fuentes indicó que la estrategia boliviana no solo fue presentar una demanda a la Corte, sino además iniciar una campaña comunicacional en la que trata de encontrar aliados en la comunidad internacional para su causa.
“Bolivia ha hecho una evaluación y ha pensado que lo mejor para encontrar aliados, es presentar una supuesta situación de David contra Goliat. Está el tema de la victimización, y dentro de ella está acusarnos de todo, incluso de robarnos el agua”, apuntó.
Con referencia a los posibles resultados en la Corte, Fuentes indicó que cuando uno va a un tribunal “tiene que saber en que ocasiones los resultados son insólitos”.
Estrategia
Chile cree que Bolivia desplegó una estrategia comunicacional para encontrar aliados en la comunidad internacional.
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