El ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, desestimó que una posible visita del papa Francisco a Bolivia, que se realizaría en 2015, pueda convertirse en motivo de inquietud para Chile.
"Yo creo que ya es bienvenido que (el Papa) venga a América del Sur. Eso es importante", señaló el canciller chileno, sobre la proyectada visita del Pontífice a Bolivia.
"Entiendo que no está fijada todavía la agenda, de modo que especular sobre dónde viene o no viene me parece inconducente", añadió.
Chile también invitó a Francisco. "Que venga (el papa) a Bolivia parece una decisión que le compete al Vaticano y al santo padre. No tiene por qué inquietar a Chile", afirmó señalando que La Haya y la visita papal son temas distintos, "Estamos en la Corte; como se sabe, Chile ha interpuesto una objeción preliminar a la competencia de la Corte respecto a la demanda que ha presentado Bolivia, pero eso no tiene nada absolutamente nada que ver con los viajes del santo padre. Yo creo que no hay que sacar conclusiones del agenda de viajes del Papa, me parecería hilar muy fino", afirmó el canciller Heraldo Muñoz.
Muñoz reiteró que Chile envió una invitación verbal al Pontífice, transmitida por la presidente Bachelet a través del Nuncio Apostólico para que visite su país.
Controversia por demanda marítima. La posible gira del papa Francisco a Bolivia fue cuestionada por el excanciller Hernán Felipe Errázuriz, actual presidente del Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, debido a que coincide con la controversia entre ambas naciones por la demanda marítima planteada por la nación altiplánica.
El mismo martes el ministro de Relaciones Exteriores boliviano, David Choquehuanca, dijo que la visita del Pontífice a su país despertaba "preocupación" en Santiago.
La posición de la Cancillería argentina. Las declaraciones del canciller chileno fueron emitidas en una conferencia de prensa conjunta con el canciller argentino, Héctor Timerman, quien también fue consultado por el conflicto chileno-boliviano afirmando que "Argentina, como siempre, aspira a que impere el derecho internacional, la resolución pacífica de los conflictos… Lo que sea bueno para Chile y para Bolivia será bueno para Argentina", que "no tiene ningún otro tipo de aspiración", dijo Timerman.
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