Saturday, March 24, 2018

Según Koh, compromisos de Chile no crean obligaciones jurídicas



Como era previsible, Chile cerró ayer la primera ronda de alegatos asegurando que nunca negoció soberanía sobre un terreno que se encuentra en su costa y que Bolivia no ha conseguido probar que haya un episodio histórico que genere tanta obligación.

El abogado norteamericano Harold Koh fue el encargado de resumir la posición chilena ante los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

“Bolivia tampoco ha establecido claramente que haya continuidad entre los episodios históricos que puedan haber creado tal obligación jurídica, incluso suponiendo que existiera tal obligación, Bolivia no ha probado jamás que esa obligación fuera algo que desacató Chile o que haya incumplido”, apuntó.

Koh manifestó: “Bolivia ha fracasado en su intento de establecer cualquiera de los tres puntos que tiene que establecer para que se le dé la razón sobre si Chile aceptó una obligación, incumplió dicha obligación o que tal obligación perdura aún hoy”.

Para el jurista de origen asiático, los argumentos bolivianos expuestos el lunes y martes por el equipo de juristas internacionales difieren de la “posición firme y constante de Chile, apoyada por consideraciones históricas y sensatas del Derecho y la política internacional”.

Tampoco dudó en afirmar que Bolivia modificó sus argumentos cuatro veces, primero, pretendía que tenía acceso soberano al Pacífico; después de las objeciones preliminares decía que la Corte de La Haya debía exigirle a Chile que negociara una solución práctica; luego en la réplica pretendió que hubo un trato histórico implícito, no escrito en el siglo XIX, según el cual Chile habría acordado intercambiar su territorio bajo el Tratado de 1904 para generar soberanía, y ahora pretende que hay obligación de negociar debido a que esa obligación existiría como algo basado en el derecho internacional.

Al restar importancia a los compromisos asumidos por los sucesivos gobiernos chilenos, Koh afirmó que “Chile ha escuchado a Bolivia y en algunos casos ha hablado de mejorar los accesos al mar, sin embargo, jamás, por escrito o por actos no escritos, ha realizado la obligación jurídica de negociar una contestación a Bolivia de un acceso soberano al Pacífico”.

“Cuando Chile sí negoció con Bolivia sobre su aspiración soberana, tal como fue el caso durante el período Charaña, esas negociaciones fracasaron y Chile nunca acordó vincularse jurídicamente a continuar ésas ni otras negociaciones a futuro”. Los abogados de Bolivia, según Koh, distorsionaron los documentos, mientras que los de Chile “han mostrado una lectura honrada del texto. Chile jamás en nuestros documentos expresó una intención objetiva de vincularse jurídicamente a negociar, al contrario de lo que pretende Bolivia”.

Las notas de 1950 tampoco constituyen un tratado, la declaración de Charaña, de 1975, “es un pleonasmo diplomático según el cual los dos Estados resolvieron seguir el diálogo en distintos niveles y buscar fórmulas para solucionar las cuestiones vitales que encaraban ambos países”.


Las resoluciones aprobadas por la Organización de los Estados Americanos (OEA), de 1979 y 1989, afirmó, “ni siquiera mencionan una obligación de negociar, todos estos textos fueron redactados como recomendaciones políticas”.

También indicó que la agenda sin exclusiones de Algerve (2000) y la Agenda de 13 Puntos (2006) “constituyen marcos políticos para ambientar situaciones futuras entre las partes sin decir absolutamente nada de lo que es la transferencia de la soberanía sobre el territorio”.

Al resaltar la importancia de las palabras, Koh, sin dubitar, ignorando la prueba documental presentada el lunes y martes, dijo que Bolivia “no ha indicado el menor documento, ni siquiera una palabra que, leída debidamente, genere la supuesta obligación jurídica de negociar”.

“Jamás se creó una obligación jurídica, Bolivia aduce sin fundamentos que Chile ha sido mal vecino, y como nuestro agente, el profesor Claudio Grossman, ha indicado, la historia demuestra exactamente lo contrario, un rasgo característico de la participación del Estado ha sido que Chile siempre se ha mostrado abierto a las preocupaciones de Bolivia y ha participado concienzudamente en asuntos de interés mutuo.

El último siglo, la relación bilateral se ha visto caracterizada por la cooperación en cantidad de ámbitos: el político, económico, social, científico, cultural, educativo, transporte, inmigración e incluso los ámbitos técnicos.

Bolivia goza de “libre tránsito comercial”

Repitiendo la posición del Gobierno chileno, el abogado Harold Koh dijo a los magistrados de la Corte de La Haya que “Bolivia dispone actualmente de un acceso al mar y ha tenido este acceso durante más de un siglo”.

En el marco del Tratado de 1904, afirmó: “Bolivia ha disfrutado durante más de un siglo el derecho totalmente libre de tránsito comercial a través del territorio chileno y a través de los puertos chilenos, y ello con unos costos anuales sustanciales que sufraga Chile en apoyo de las buenas y fuertes relaciones vecinales entre ambos países”.

Koh afirmó que las conversaciones diplomáticas no crean obligación jurídica, y cuestionó la posición expresada por el abogado de Bolivia, el británico Alan Vaughan Lowe, sobre la obligación positiva de negociación.

El jurista del equipo chileno subrayó que la Corte de La Haya se ocupa de obligaciones jurídicas, por lo que pidió que rechace la demanda boliviana. “No puede crear obligación jurídica el ardiente deseo de Bolivia de conseguir acceso soberano al mar y tampoco la disponibilidad de Chile de hablar de ese deseo en varios momentos de nuestra historia”, manifestó.

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