Gral. Edwin De La Fuente Jeria: “Estamos cerca, nuestra demanda está fundamentada”

La demanda marítima es un tema de unidad nacional, por lo que a través de este proceso de cambio que nos da identidad, autoestima, y que somos escuchados en escenarios internacionales, debemos apoyar las acciones que se realizan ante la Corte Internacional de Justicia y “ojalá para 2025 podamos materializar estos sueños”, expresó el general Edwin De La Fuente, historiador, excomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y actual director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas (Ademaf).

El general en retiro también destacó la diplomacia de los pueblos y advirtió sobre la labor de espionaje e inteligencia chilena para lograr sus objetivos.

¿Qué nos puede decir sobre la disposición del presidente de Chile Salvador Allende para solucionar el tema marítimo?
Estaba muy claro, según le dijo al escritor boliviano Néstor Taboada Terán, iba a solucionar el problema de la reintegración marítima de Bolivia. Era un verdadero socialista, tal como lo dijo el hermano presidente Evo Morales. Mientras que los ahora socialistas, como el canciller chileno, Heraldo Muñoz, tienen una posición distinta. Uno de los temas por los cuales los militares atacaron tanto a Allende fue precisamente porque ofreció la salida al mar, lo que era inconcebible para el general Augusto Pinochet.

Sin embargo, Pinochet protagoniza el Abrazo de Charaña con el general Hugo Banzer
Hay temas que se deben profundizar. El libro de geopolítica de Pinochet es claramente fascista, imperialista, justificaba que un Estado ante la necesidad de espacio vital tenga la obligación de conquistar territorios, es un tema que debe preocupar y hacer entender a la población cuál era la mentalidad de Pinochet, que gobernó durante 18 años el Estado chileno.

Entonces, ¿qué objetivo tenía el abrazo Banzer-Pinochet?
Había un problema que era el comunismo, es una variable, un tema coyuntural para la época que movilizó a todas las dictaduras militares de América, dirigidas e impuestas por el imperio. Aquí está la mano de Estados Unidos, que obliga a las dictaduras, la mayoría militares, a hacer un acuerdo que es el Plan Cóndor, que fue parte del proyecto de seguridad nacional impuesto.

¿Cómo evalúa la política marítima de los anteriores gobiernos?
Es un punto que lo hemos estudiado mucho, quiero ser categórico, ningún gobierno tuvo la intención de entrar en discusión con Chile. Siempre he dicho que la oligarquía boliviana, en la antesala de la invasión chilena, se sometió a la oligarquía chilena y a la banca inglesa. Los gobiernos liberales, conservadores, incluso intelectuales, como Gabriel René Moreno, se reunieron con la oligarquía chilena en Iquique para tranzar el entreguismo. Políticamente hay una gran dependencia con Aniceto Arce, Aramayo y otros con la oligarquía chilena, por lo que pido que se reescriban esos pasajes históricos. La V División del Ejército, que fue creada por el presidente Hilarión Daza para defender el Litoral boliviano, se inmovilizó, no participó.

¿La V División se crea antes o durante el conflicto con Chile?
Se crea antes, la sede estaba en Potosí y con su comando alterno en Tupiza. Chile veía un peligro tremendo en la V División, por eso la inmoviliza, hace un primer contacto con Aniceto Arce, que era deudor a la banca inglesa y chilena, y compra a Narciso Campero, que era el comandante de la V División, y le ordena que la inmovilice. Daza le pide reiteradas veces a Campero que movilice a la V División, y nunca hizo caso. Los coroneles Rufino Carrasco y José Ayoroa se movilizan, le exigen patriotismo, y Campero no les hace caso, pero deja que éstos salgan con dos destacamentos y vienen los triunfos bolivianos de Tambillo y Canchas Blancas, los únicos triunfos que tenemos con dos avanzadas. Los dos coroneles le dicen que se puede entrar por ahí, inquietando a Chile, y Daza se iba a juntar con ellos, por lo que el momento era estratégico. Campero destituye a Carrasco y Ayoroa, por lo que Carrasco dice que iba a dar parte por esta traición. Llega a La Paz a denunciar y nadie le escucha, pero en la puerta de la iglesia de San Francisco lo asesinan a cuchillazos. Después de eso nunca más se moviliza la V División, le dicen la “División perdida”. Campero justificó su actitud con que no encontró el teatro de operaciones, pero sí encontró Oruro para darle golpe de Estado a Hilarión Daza.


¿Ante este tipo de hechos es necesario reescribir este período de la historia?
Hay que basarse en la obra de Édgar Oblitas Fernández, que fue destituido como presidente de la Corte Suprema de Justicia por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada porque se opuso a la capitalización de las empresas públicas; otro autor es Juan Pereira Fiorilo, que fue abofeteado por Hugo Banzer por las críticas a su gobierno, que de 2.700 millones de dólares se endeudó a más de $us 7.000 millones, en un período de bonanza del petróleo y minerales.


El 4 de mayo comienzan los alegatos orales tras la excepción de competencia planteada por Chile contra la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ¿Estamos preparados?
De manera personal quisiera decir tres cosas: primero, que nunca antes Bolivia tuvo la decisión de buscar la reintegración marítima como la tiene el presidente Morales; segundo, nunca antes se fundamentó tanto la demanda, nunca se creó una institución como Diremar para que se ocupe de la demanda marítima, que es un tema central; y tercero, nunca se difundió tanto, en el exterior no conocían la demanda y si la conocían era de parte de Chile. En una reunión internacional, un general de la República Dominicana me dijo: “Yo siempre he sabido que ustedes nunca tuvieron mar y porque les hacía falta se pusieron a reclamar”. Ésa es una prueba de que nunca tuvimos portavoces, por lo que enaltezco que haya un portavoz, es una política de Estado, y pido que todos los bolivianos debemos saber los puntos centrales de la demanda para ser portavoces. Otro de los logros es que el problema se conoce, el mundo nos escucha. En Costa Rica, en la última reunión internacional, cuando ingresó el presidente Morales gritaron “¡mar para Bolivia!”, ahora conocen la verdad y se solidarizan.

¿Usted es optimista en cuanto a lo que pueda resolver la Corte?
Soy optimista porque nuestra demanda está sólidamente establecida, por eso en Chile no saben qué hacer, nunca antes hubo tanto apoyo internacional, los presidentes del continente no se pronunciaban, ahora hay solidaridad, nadie quería quedar mal con Chile. Además, nunca antes ha calado tanto el tema de las organizaciones sociales, del pueblo mismo, de la genuina representación del Estado. Nunca antes tuvimos tanta respuesta del pueblo chileno que pide mar para Bolivia. La diplomacia de los pueblos es un escenario nunca visto. Dirigentes políticos, sociales, indígenas, intelectuales se solidarizan con Bolivia. El papa Francisco, que visitará Bolivia, le pidió al presidente Morales que le haga llegar los documentos sobre la demanda, es que le preocupa el tema.

Dos militares peruanos son enjuiciados por haber trabajado para los servicios secretos de Chile ¿qué opina al respecto?
Chile siempre trabajó con la quinta columna, penetró gente en casi todos los conflictos. Para la caída del proyecto de Simón Bolívar, de la Confederación Perú-Boliviana, trabajó con la oligarquía boliviana (chuquisaqueña) y peruana. Engaña, incita a las autoridades chilenas a pensar sólo en Chile, dice “no podemos permitir por ningún motivo que el Alto Perú se una con Perú o con la Argentina, sería nefasto para Chile”. Buscan acercamientos con Brasil y Colombia, mediante la inteligencia chilena. El expresidente Alberto Fujimori denuncia la penetración de la inteligencia chilena al Perú, está detallada en la obra de Vladimiro Montecinos. La muerte del Tata Belzu, de Agustín Morales, toda la confabulación contra Hilarión Daza. Está claro, no nos extraña, es parte del accionar de Chile en todas las épocas.