Hace 20 años, una comisión interinstitucional de Potosí visitó la zona del Silala y evidenció que gente de Chile efectuaba el mantenimiento y limpieza de los canales por los que el agua del Silala pasa al vecino país.
Betho Ignacio y Ernesto Loza eran, en ese tiempo, los respectivos consejeros departamentales por Unidad Cívica Solidaridad (UCS) y Eje Pachacuti. Ellos organizaron el viaje por la denuncia de comunarios de la zona que habían alertado que un hito había sido removido.
“Cuando llegamos a la zona del Silala, verificamos que había gente trabajando en la limpieza de los canales, nosotros prácticamente les espantamos y verificamos que no había tal río como dicen los chilenos”, afirmó Loza a el Potosí.
El exconsejero departamental añadió que tras la visita presentaron un informe dando cuenta de que los chilenos hacían "trabajos ilegales" en territorio boliviano con la finalidad de mantener el caudal de agua que pasaba a su país por los canales artificiales.
Betho Ignacio explicó que la visita al sudoeste potosino sirvió para que Bolivia compruebe que en la zona no existe un río sino aguas canalizadas artificialmente, se sostiene que ese documento debería ser parte de la defensa del país ante la demanda planteada por Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Ese informe fue la base para que el prefecto Omar Manzano anule la concesión de uso de aguas que en 1908 se había otorgado a la compañía "The Antofagasta (Chili), and Bolivia Railway Company Limited", para alimentación de sus locomotoras del ferrocarril que cubría las dos naciones.
El encuentro casual de los dos exconsejeros sirvió para que recordaran que las aguas del Silala nacen de un sistema de manantiales que fueron drenados por los chilenos, quienes construyeron los canales recolectores y uno central para llevarse el agua de manera ilegal.
Los dos exasambleístas coincidieron en que hace 20 años Bolivia no tenía presencia en la zona del Silala; "mientras que los chilenos entraban como a su casa con cradratracs y sus instrumentos de trabajo con la clara intención de evitar que baje el caudal de agua".
HACE 20
AÑOS se evidenció que los chilenos entraban a territorio potosino para hacer trabajos de mantenimiento de los canales construidos artificialmente.
La concesión fue anulada
La concesión para el uso de las aguas del Silala, otorgada por la Prefectura de Potosí en 1908 a la compañía "The Antofagasta (Chili), and Bolivia Railway Company Limited", para alimentación de sus locomotoras a fuerza de vapor, fue anulada el 14 de febrero de 1997.
El prefecto Omar Manzano emitió la Resolución Administrativa 71/97 que anauló la concesión que permitía el uso de las aguas de manantial del Departamento de Potosí.
El gobierno central elevó a rango de Decreto Supremo la Resolución Administrativa 71/97 del 14 de mayo de 1997.
"La Resolución Prefectural, se justifica plenamente con la desaparición del objeto, la causa y la finalidad de la concesión temporal del uso de las aguas, por factores sobrevinientes decisivos, tales como la conversión tecnológica de las locomotoras de la empresa concesionaria, eliminando su necesidad de agua, para la fuerza de vapor que antes las impulsaba, a lo que debe añadirse la inexistencia de la propia concesionaria como persona colectiva en actividad en el territorio boliviano", dice el decreto en su resolución.
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