El nuevo encuentro definirá una posición de mediador del ex mandatario.
El expresidente de la República, José Mujica planifica volver a reunirse con el Papa Francisco por tercera vez el próximo jueves 4 de junio en el Vaticano, donde "podría abogar", por una solución a la demanda marítima boliviana planteada a Chile. En la agenda está también la búsqueda de la paz en Colombia.
El nuevo encuentro del senador Mujica con el Papa la próxima semana nace tras la gestión de un grupo de académicos chilenos, bolivianos, peruanos y argentinos que señalaron al expresidente uruguayo para esa tarea de mediador, en un foro que se realizó recientemente en Buenos Aires.
POR DEFINIRSE. En diálogo con la prensa local, ayer, Mujica dijo que "es probable que el tema de la mediación esté en la agenda" y confirmó que fue él quien pidió la reunión con el Papa para tratar temas relacionados a la espiritualidad, no obstante el diferendo entre Chile y Bolivia y la búsqueda de la paz entre las FARC y el gobierno de Colombia son "dos de mis preocupaciones desde siempre", dijo Mujica, "y sé que también lo son del Santo Padre".
De acuerdo con lr21.com.uy, en la última reunión el papa Francisco y José Mujica, la pasada semana, se fundieron en un abrazo en la sede de El Vaticano, pero esta vez, según trascendidos de prensa, fue para coordinar una eventual participación del expresidente uruguayo en un ámbito de mediación por el conflicto fronterizo entre Bolivia y Chile por la pretendida salida al mar del país mediterráneo.
El exmandatario uruguayo confirmó además que está en discusión la posibilidad de que él se convierta, a pedido del grupo de académicos latinoamericanos, en mediador en el conflicto por la salida al mar para Bolivia, aunque fue cautor al confirmar esa posición.
Según telam.com.ar, Francisco lo alentó a asumir esa responsabilidad y le aseguró su apoyo personal, además del de la Iglesia Católica de ambos países para apuntalar su intento.
REUNIÓN AFECTUOSA. Tras la pasada reunión con el papa Francisco, Mujica la resumió como una "reunión francamente afectuosa, donde nosotros planteamos nuestra preocupación por las dificultades que tienen los procesos de integración en América Latina".
El expresidente concurrió al encuentro acompañado de su esposa, la senadora Lucía Topolansky. Fue una reunión de 40 minutos de duración.
"Esperamos que en alguna medida, con la importancia que tiene la Iglesia, el Papa pueda lograr alguna influencia (en los conflictos regionales) teniendo en cuenta que América Latina es el continente más católico que existe en el mundo", consideró Mujica.
Para el expresidente uruguayo, las negociaciones son "una cuestión política", y descartó que sea algo "partidario" o sectorial.
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