Bolivia, uno de los 47 países en el mundo (20 por ciento) que carece de litoral, presentó en abril de 2013 una demanda que busca un acceso plenamente soberano al océano Pacífico, el cual perdió en una guerra contra Chile en el siglo XIX.
Chile aspira a que el máximo tribunal del sistema de Naciones Unidas, con sede en la ciudad holandesa de La Haya, acoja su excepción preliminar de competencia, como se denomina esta objeción respecto a la falta de jurisdicción de los jueces presentada antes de que comience el proceso. El Artículo 6 del Pacto de Bogotá, que en 1948 dio lugar a la puesta en marcha de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), establece algunas restricciones para la competencia del tribunal en las cuales Chile basa su postura.
Una de ellas es que la CIJ no puede entender de asuntos que ya hayan sido resueltos mediante un arreglo entre las partes y la otra es que tampoco puede entrar a conocer sobre temas que estén regulados por tratados anteriores al 30 de abril de 1948 Sin embargo, el Gobierno boliviano sostiene que su demanda no pretende modificar o eliminar el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sino obligar a Chile a cumplir un supuesto compromiso de negociar de buena fe una salida soberana al mar.
Y ello sobre la base de que el caso no tiene que ver con el tratado firmado entre ambos países en 1904, sino con ciertos actos unilaterales ocurridos después de 1948.
El primero de los escenarios que podría darse este jueves es que la CIJ acoja la excepción presentada por Chile. En ese caso, el juicio se daría por concluido,
Una segunda posibilidad sería que el máximo tribunal de Naciones Unidas rechazase la excepción de Chile y se declarase competente, en cuyo caso el juicio proseguiría y la CIJ fijaría una fecha para que Chile presentase su contramemoria.
Una tercera alternativa sería que la Corte postergara su decisión hasta conocer el fondo de la demanda, con lo que el juicio continuaría su curso en las fases escrita y oral.
Cuarta vía
Algunos analistas estiman que podría existir un cuarta vía: que la Corte se declarase competente en algunos aspectos e incompetente en otros.
Esto es lo que ocurrió cuando en noviembre de 2012 el alto tribunal falló en el caso de una demanda de Nicaragua contra Colombia. En esa ocasión, la CIJ indicó que carecía de competencia para pronunciarse sobre la soberanía de la disputada isla de San Andrés, pero sí sobre los territorios marítimos.
Estableciendo un paralelismo con la demanda boliviana, la Corte hipotéticamente podría admitir su competencia acerca de los hechos ocurridos después de 1948, fecha del Pacto de Bogotá, que dio origen al alto tribunal.
En el eventual caso de que este jueves la CIJ se declare incompetente, el presidente boliviano, Evo Morales, ha anunciado que tiene “planes muchos más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional”.
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